Conoce los pormenores de estos procesos

Una de las preguntas más frecuentes, si no la primera, que formulan muchos clientes o personas que están planteándose su futuro de pareja es justamente eso:

¿Cuánto cuesta este tipo de procedimientos?

La respuesta no es fácil, entre otras razones porque no se puede centrar exclusivamente en una cifra. Me explico.

En un procedimiento de divorcio (y lo extiendo a separaciones y a situaciones análogas de parejas de hecho), se discute el uso del domicilio familiar, régimen con los hijos y pensiones a la pareja (cada día menos frecuentes dada las necesidades económicas  de las familias y el acceso al mercado laboral por parte de las mujeres). Las restantes cuestiones económicas o patrimoniales son objeto de otro procedimiento, en función de la titularidad de los bienes, el régimen económico matrimonial, las deudas y posibilidades económicas de cada una de las partes, etc.

Y lo que se haga efectivamente en cada uno de esos aspectos (tanto los personales como los patrimoniales) y sobre todo, cómo se haga, puede condicionar la vida del sujeto en cuestión.

No tiene la misma significación para la vida de una persona un procedimiento contencioso que uno de mutuo acuerdo.

No es extraño ver auténticos dramas familiares por una ruptura de pareja mal enfocada.

Y muchas veces y por evitar el conflicto, se alcanzan pactos que en condiciones normales, o con un sano juicio, no se aceptarían bajo ningún criterio.

Por eso, a mi entender, la pregunta ¿Cuánto cuesta un procedimiento de divorcio/separación? entraña una trampa perversa en la medida que la respuesta no se mide sólo en euros, sino también en costes personales y emocionales.

Y por eso, y más que en ningún otro asunto, el asesoramiento por parte de un experto se torna esencial y cobra sentido aquello que me decía mi abuela de pequeña: ¡lo barato sale caro!

No quiero decir con ello que esté justificado que los abogados de familia cobren unos honorarios exorbitados, pero sí es preciso poner de relieve que lo mejor que le puede ocurrir a una persona en este trance es estar bien asesorado. Y esto implica tiempo, esfuerzo y mucha dedicación. Obviamente, esto tiene un precio.

Veo anuncios de procedimientos de este tipo por importe de 200-300 euros (honorarios de letrado y procurador incluidos). Y sencillamente me digo a mí misma que es imposible que este importe cubra la inversión de tiempo que supone un procedimiento (aunque sea de común acuerdo) y el trabajo de dos profesionales… salvo que efectivamente, se vaya en detrimento del asesoramiento concreto y personal que cada asunto merece. Así, sí se puede, que dirían otros.

En conclusión: hasta el asunto que pueda parecer más sencillo, en este ámbito, tiene muchas puntadas. No merece la pena la diferencia de coste que supone contratar con un profesional en la materia o simplemente con alguien que no nos puede prestar la atención necesaria…

No lo dude y contrate siempre a alguien de confianza y sobre todo, que le atienda amplia y personalmente.

Con seguridad, el importe del procedimiento compensará con creces las buenas decisiones que adopte y a medio plazo podrá echar la cuenta y comprobar su acierto.

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